Juan Pablo Villeres es
abogado del Ministerio de Justicia de la Nación e integrante del Programa
Verdad y Justicia. Hijo de Rubén Villeres y Graciela Noemí Folini, detenidos desaparecidos oriundos
de la ciudad de Las Flores, ambos secuestrados en la ciudad de Olavarría en el
año 1977.
Juan pablo ha seguido de cerca la
causa de Carlos Alberto Moreno, “El Negro”, y compartió estas palabras a pocos
días del comienzo de la Caravana de la Memoria y del juicio en Tandil.
¿Cual es la importancia que radica en este
juicio?
JPV: La relevancia del juicio por Moreno radica en que se comienza
a desandar la responsabilidad penal en la muerte y asesinato de los jóvenes
olavarrienses que fueron secuestrados y muertos por la dictadura. Es el
primeros de los casos, por lo tanto es
de una relevancia muy importante porque son alrededor de setenta testigos que
va a declarar en las audiencias entre el 9 y el 2 de Marzo. Creemos por lo que
se pudo analizar en la causa, va quedar plenamente acreditada la
responsabilidad no solo de las fuerzas armadas y de la policía, sino también de
actores civiles y esto le da un matiz relevante a la causa porque se avanza
sobre la complicidad civil en los asesinatos cometidos por la dictadura. Por lo
tanto vamos a tener de aquí en más el ojo de la sociedad puesto también en las
circunstancias en las que el aparato represor actuaba, es decir no solo por el
imperio del terrorismo de estado sino también contando con la anuencia,
consentimiento o la participación activa, como este caso, de civiles.
¿Cuál es la importancia de las Caravanas?
JPV: La importancia de las Caravanas de la Alegría es que no se
tiene un espíritu de revancha, sino de reivindicación de una lucha que quedó
trunca en el ‘77 y que más de treinta años después queda redonda con
la justicia…en ese momento el hecho quedó impune por el imperio de la
dictadura y posteriormente por las leyes de la impunidad, y termina ahora,
redondo, en una sonrisa…en “la sonrisa del negro” moreno, porque vamos a tener
en el banquillo a los imputados, a los responsables de su muerte y los
cómplices civiles.
El otro día me preguntaron sobre esto, sin ese lugar que los
Méndez prestaron para cometer las atrocidades que se cometieron…como la
detención, la tortura a personas, la muerte del Negro Moreno ¿hubiese sido
posible de ese modo? Tal vez se las hubieran arreglado de otra manera. Pero ahí
estuvo la mano de un cómplice civil y eso es importante también que la sociedad
lo observe. Y esto va a quedar plenamente acreditado en las audiencias del juicio
y vamos a verlo con una condena sobre los actores.
¿Ya están planificados los siguientes pasos
acciones luego de este juicio?
JPV: El juicio se circunscribe a la imputación que se a echo sobre
los responsables en ese caso habrá que
ver cómo se desarrollan las audiencias para ver si se puede proceder a
imputaciones en causas posteriores,
avanzar antes sería plantear una
hipótesis aventurada por eso vamos a esperar a que se desarrollen las
audiencias del juicio para saber si ese tejido…todos somos conscientes de que
no estaba circunscripto a los responsables que hoy están sentados en el
banquillo de los acusados y un par de civiles…sino que se operaba con una
amplitud mucho más relevante, y bueno vamos a ver si queda plasmado, hay que
esperar que se desarrolle el juicio y ver la calidad de los testigos, la
profundidad de sus testimonios para ver si se puede avanzar en nuevas
imputaciones.
También quiero remarcar como importante en el Juicio Moreno que es el primero que tiene que ver con
Olavarría, esto no termina aquí sino que ya mismo tenemos encima las causas por el centro ilegal de detenciones Monte
Peloni, cuya primera parte se ha hecho la requisitoria de elevación a juicio y
esperemos que la justicia avance en fijar fechas de audiencias. Una causa arto
compleja por la multiplicidad de actores que están implicados, por la
importantísima cantidad de víctimas, que han pasado por este centro de detención.
Pero reitero que la importancia del juicio de Moreno radica en que
es el primero y que detrás de él y como una bandera que tenemos que seguir
levantando hasta al final van a seguir una serie de juicios para terminar de
definir las responsabilidades que tienen que ver con la represión ilegal y el
circuito de Olavarría.
La concientización también es muy importante porque así como hace
treinta años las agrupaciones de derechos humanos salían a la calle y eran
observados de reojo por la sociedad, hoy estamos en una situación completamente
distinta y tenemos que llegar hasta el final.
¿Cuál es la reflexión acerca de la
“descentralización” del lugar donde se realiza el juicio?
JPV: La reflexión que me merece eso tiene que ver con algo que
escuche hace un tiempo y es que “no hay peor dictadura que la pequeña”, cuando
uno está cara a cara permanentemente con sus torturadores, con quienes fueron
los asesinos, y se los cruza…y por ahí estamos hoy sentados aquí y a cien
ciento cincuenta metros viven las personas que torturaban, que asesinaban, que mataba. Me lleva a la reflexión la
importancia de que en los grandes centros urbanos el torturador, el asesino de
turno, el represor podía ser cualquiera,
era una cara anónima, en este caso parece que se está llegando a una
justicia aún más profunda que es la de una justicia de pares donde nos vemos
permanentemente, donde hemos convivido a lo largo de estos treinta años con
estos personajes siniestros de nuestra historia, con nosotros mirándonos a la
cara, enrostrándonos su impunidad y en algunos casos haciéndonos temer que la
historia iba volver a repetirse. Hoy en estos pequeños lugares, como son
Olavarría, Tandil, Azul tenemos la posibilidad de enjuiciarlos y llevarlos a la
cárcel.

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