Primera caravana de la Memoria en Olavarría
Por Jorge Arabito
El domingo 5 de febrero comenzaron las caravanas por la
memoria en Olavarría. Estuvieron todos, y también él. La memoria de la ciudad
ha retornado para no dejar perder el recuerdo de uno de los suyos, a través de
sus hijos de carne pero también todos los hijos de su lucha. Los que nacieron
cuando él ya no estaba pero que siguen levantando sus banderas.
La calma de una tarde de pueblo se sacudió por los bombos, las
canciones y el paso de una caravana que partió del Archivo de la Memoria local para
llegar a la esquina de Belgrano y Alte. Brown del Parque Mitre,
donde una multitud esperaba junto al escenario para festejar el inicio del juicio
que llevará al banquillo de imputados a los civiles Julio y Emilio Méndez y a
los militares Julio Alberto Tommasi, Roque Italo Pappalardo y José Luis Ojeda
implicados en el secuestro, desaparición y asesinato del abogado laboralista
Carlos Alberto Moreno desparecido en abril de 1997 en nuestra ciudad.
La excusa era un espectáculo musical, que se inició con el
candombe de Ashanti Cuerda, e incluyó el rock alternativo de MB y el rap de FJ
que le dedicó un tema muy festejado por los presentes. Más tarde subieron al
escenario Alejandro Bellendier y su grupo folclórico.
Diversas voces de apoyo se hicieron escuchar entre la gente,
a través de cantos y consignas. Rescatamos las palabras de su hijo, Martín
Moreno: “Más que reflexiones son
sensaciones, esto de llevar, de ofrecer esta alegría que venimos acumulando
desde que sabemos que por fin se van a iniciar las audiencias entorno al juicio
de mi viejo. Las sensaciones son diversas, por encontrarme con amigos de mi
viejo, con jóvenes que llevan su cara en las remeras, lo reivindican y lo
levantan como un ejemplo de lucha de los trabajadores. Las sensaciones son
miles, es la primera actividad planificada en torno a esto, continuarán en
Tandil y durante el juicio, acá en Olavarría donde se harán otras caravanas.”
En Olavarría se produjeron varias decenas de crímenes
políticos en los setenta. Rossana Cassataro es hermana de dos
detenidos-desaparecidos junto a sus esposas, quien desde la vigencia de de su
lucha afirmaba: “Hay una palabra que lo
define todo, que la puso Matías, que es alegría. La alegría que nos quisieron
arrebatar hace 35 años, y que nos devolvieron con la posibilidad de llevarlos a
juicio, a los genocidas y a sus cómplices civiles.”
La tarde fue cayendo y el sol de febrero dio paso a una
noche cálida que brindó excelente marco a la actuación de Arbolito que fue
acompañada por cantos, y bailes. Al finalizar la actuación, desde el escenario representantes
de Agrupaciones de Derechos Humanos locales y agrupaciones integrantes de
la multisectorial por la Verdad, Memoria, Justicia y Alegría que acompañan la
lucha recordaron por qué se estaba ahí y propusieron el cronograma de las
próximas actividades de acompañamiento a
los juicios desde Olavarría y Tandil.
Nos quedamos con el testimonio de Ezequiel Jusid, de
Arbolito, la banda que de la mano de Osvaldo Bayer carga un largo camino de
reivindicación de luchas populares: “Ver
a tantos pibes, cada vez más… la victoria la hicimos entre todos, los más pibes
son los que agarran la bandera para seguir peleando. Ni nos imaginábamos que
esto iba a pasar, íbamos a las marchas y ni nos imaginábamos que esto iba a
pasar. Lo mismo pasa con Osvaldo Bayer, con el cambio de nombre de las calles,
hoy Osvaldo nos dice “yo no puedo creer que esto esté pasando”.
Mientras se desconcentraban las organizaciones y el público
que asistió a la primera fiesta de la memoria y la alegría, quedaron resonando
las palabras del integrante de Arbolito: “Es
una alegría enorme saber que estamos nosotros viviendo este momento histórico.
Muchos de los que estamos acá en la lucha desde hace años, en la calle,
nosotros tocamos en muchos lugares, ahora estamos haciendo lo mismo pero
festejando que las cosas hayan cambiado, que estén en cana, que se estén
enjuiciando. Muy felices de estar viviendo este momento…”
El domingo la sonrisa del negro volvió a destellar desde
afiches, remeras y canciones. A 35 años de su desaparición, la lucha que
comenzara por la defensa de los obreros mineros contra la silicosis de ninguna
manera se ha olvidado, comenzó una nueva etapa y está muy lejos de tener
conclusión.
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